El agua es vida. En un día tan importante como el Día Mundial del Agua, debemos ser conscientes de la salud de nuestros ríos y de nuestro deber de cuidarlos y no contaminarlos, y de construir soluciones para protegerlos.

El agua no es sólo para nosotros, los humanos, es para todos los animales, es para los peces que comemos y para todo el planeta. En nuestras culturas, el agua es un ser vivo, igual que nosotros. Estamos conectados a los ríos. También hay muchos seres y espíritus que viven en el río y, como nosotros, pueden morir por la contaminación.

¿Te imaginas no tener agua limpia para beber o para dar a tus hijos? En 1973, la compañía petrolera conocida entonces como Texaco (ahora Chevron) llegó a la Amazonía ecuatoriana. Antes de la llegada de la compañía, vivíamos bien y nuestra selva estaba libre de contaminación. Pero luego comenzaron los derrames de petróleo y nuestras comunidades se enfermaron con enfermedades que antes desconocíamos. Más tarde descubrimos que estas enfermedades eran impactos de la contaminación petrolera. Nuestras comunidades no sabían esto, por lo que continuamos bebiendo agua de los ríos que estaban llenos de petróleo. Muchas personas murieron por enfermedad, incluidos los niños.

Hace siete años, como nacionalidades indígenas afectadas por la contaminación petrolera, nos dimos cuenta de que todos estábamos enfrentando las mismas amenazas y viviendo con la misma crisis de salud. Decidimos tomar medidas en nuestras comunidades y buscar soluciones a estos problemas. Ya no podíamos esperar una respuesta del Estado o de las empresas responsables y por eso comenzamos a construir sistemas de captación de agua de lluvia para familias de las comunidades de kofán, siona, siekopai y waorani afectadas por la contaminación en toda la región. Este proyecto, conocido como ClearWater, realmente logró la unidad entre nuestros pueblos y comenzó con el agua. A partir de este proyecto, a partir de este entendimiento de que debemos construir nuestras propias soluciones y que sólo lograremos esto trabajando juntos, nació la Alianza Ceibo.

Ahora que tenemos agua limpia, somos más fuertes, nuestra resistencia ha crecido y nuestra salud ha mejorado. Ya hemos logrado mucho juntos y sabemos que tenemos la fuerza para hacer un cambio real y para luchar contra las amenazas que enfrentan nuestros pueblos. Si no defendemos nuestro territorio, los ríos seguirán estando cada vez más contaminados.

Tener acceso a agua limpia en nuestras comunidades también nos ha ayudado a mantener nuestras tradiciones fuertes y nos ha fortalecido culturalmente, socialmente y espiritualmente. Algunas de nuestras comunidades toman yoko por la mañana, otras preparan chicha durante el día, ahora podemos preparar estas bebidas sabiendo que el agua no nos enfermará. Nos ha dado seguridad para seguir viviendo y siendo quienes somos.

Ahora hemos construido sistemas de de agua de lluvia para más de 1,000 familias en 78 comunidades, pero todavía hay familias sin acceso a agua limpia. Nuestro objetivo es llegar a todas las familias.

Nuestra visión es la sostenibilidad a largo plazo de nuestro trabajo. Este año, regresaremos a las comunidades donde instalamos los sistemas, realizaremos trabajos de mantenimiento y reparación, instalaremos sistemas para nuevas familias y trabajaremos con ellos para que. los miembros de la comunidad sigan cuidando y sintiendo que este proyecto es de ellos, y para que sus hijos continúen teniendo agua limpia durante las próximas décadas.

Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo comprometido de nuestros socios internacionales. Desde el principio, la Fundación Saving an Angel y Rainforest Fund vio la importancia de este trabajo y nos ayudó a convertir nuestro sueño en una realidad. Han estado con nosotros en cada paso del camino y continúan apoyando nuestro trabajo.

Sabemos que no sólo estamos luchando por nuestros pueblos, sino por todo el mundo. Las selvas tropicales producen gran parte del agua de nuestro planeta a través de la lluvia. Si no cuidamos nuestros bosques, si los árboles continúan siendo talados y los ríos contaminados, el mundo no tendrá suficiente agua y el cambio climático continuará acelerándose. Ya hay menos agua disponible debido a la deforestación.

A medida que las empresas extractivas se adentran en el bosque, debemos estar unidos en la resistencia. Debemos decir no a las empresas extractivas, no debemos permitir que entren y destruyan nuestros territorios. Si seguimos siendo fuertes, juntos, podemos detenerlos y proteger nuestros ríos y nuestros bosques, para las generaciones futuras y para el mundo entero.