Somos Resistencia De la Selva, De Amor y de Paz

Posted by Alianza Ceibo
08/03/2020 | Mujer y Familia

Escrito por mujeres A’I Cofan, Siekopai, Siona, y Waorani

 

Nosotras, las mujeres de las cuatro nacionalidades, resistiendo a la amenazas de nuestra selva, luchamos con amor y paz.

La Amazonía es vida para nuestro mundo. Para nosotras y nosotros, como pueblos indígenas, es nuestra casa. Pero cada día, las amenazas se vuelven más grandes. Las empresas petroleras, los mineros, los madereros, los ganaderos, los grupos armados están poniendo en peligro nuestras vidas y nuestros territorios; y los gobiernos siguen violando nuestros derechos. Quieren sacar la riqueza de nuestros territorios, desplazarnos y acabar con nosotras y nosotros. No quieren dejarnos vivir en paz y en armonía. Siguen contaminando nuestra Madre Tierra, nuestros ríos, nuestros animales y nuestros cuerpos. Y mientras se va destruyendo nuestra selva, nuestras culturas y nuestros conocimientos ancestrales están a punto de desaparecer para siempre.

Como mujeres, sentimos una profunda tristeza y dolor frente a los incendios que devastaron millones de hectáreas de bosques primarios en la Amazonía el año pasado, a raíz de las invasiones de ganaderos y agricultores en territorios indígenas en Brasil, Bolivia y Paraguay. A pesar de la distancia, sabemos que estamos unidas en esta lucha para proteger la Amazonía, porque la Amazonía no está dividida. Es una sola ser. Sabemos que los incendios también podrían suceder aquí donde vivimos si continúa la tala de árboles, si siguen entrando las empresas extractivas. Nuestra selva se podría secar, se podría volver un desierto.

 

Las mujeres waorani celebran una importante victoria legal contra las petroleras

 

CONSTRUYENDO EL CAMINO

Pero durante los últimos años, hemos logrado grandes victorias aquí en la Amazonía ecuatoriana que nos dan mucha fuerza y esperanza para seguir resistiendo contra el extractivismo y para la pervivencia de nuestras nacionalidades. En la región de Sucumbíos, en el norte de la Amazonía ecuatoriana, a orillas del río Aguarico, la comunidad A’I Cofán de Sinangoe ganó una Victoria contra la minería, con una sentencia que reconoció su derecho a la consulta previa, al agua, a la naturaleza y al medio ambiente. En el centro-sur, en la región de Pastaza, comunidades Waorani triunfaron frente a las empresas petroleras, con un juicio histórico. Detrás de cada una de estas victorias judiciales, están las abuelas y las mujeres que han pasado años al frente de estas luchas dolorosas junto a los hombres, para que el Estado respete nuestros derechos y nuestras decisions sobre nuestros territorios. Y hemos triunfado.

 

Mujer del pueblo A’I Kofan de Sinangoe celebra la victoria de su comunidad contra la minería

 

Pero sabemos que las amenazas a nuestras vidas y nuestros territorios no van a parar. Como mujeres, estamos fortaleciéndonos; y cada vez más caminando al frente y levantándonos en las luchas para defender nuestras familias y nuestros territorios. Formamos parte de las Guardias de nuestras comunidades, recorriendo tremendas lomas, detectando nuevas amenazas, enfrentando invasores, y defendiendo lo nuestro día a día. Las mujeres Guardias son un espejo para nuestras niñas y para las generaciones que vienen: tienen la valentía de ser Guardias, además de todas las responsabilidades que tienen como mujer en la comunidad y de todas las discriminaciones que enfrentan por el simple hecho de ser mujer. Son mujeres que fortalecen nuestra lucha para la igualdad frente a un sistema patriarcal: porque esta lucha es de todos y todas.

 

Mujeres de la guardia del pueblo Siona del Putumayo

 

TEJIENDO NUESTROS SUEÑOS

Soñamos en un futuro donde nuestros nietos puedan gozar de la herencia de nuestras abuelas y abuelos, respirar aire puro y correr libres y sanos en nuestra casa que es la selva. Por ello, hemos formado asociaciones de mujeres, creando alternativas económicas para nuestras familias y las comunidades a través de iniciativas como la sastrería, artesanía y productos como el ají negro, la panela y el chocolate.

 

Mujer de la nacionaliad Siekopai con pintura tradicional

 

Ahora estamos iniciando un fuerte trabajo para construir una educación propia para nuestras nacionalidades, una educación basada en lo nuestro. Mediante eso, podemos también defender nuestra vida y la selva. Si nos educamos como vivíamos antes, nuestros nietos podrán sentirse fuertes con quienes son; hablando nuestro idioma y transmitiendo nuestras tradiciones, nuestras costumbres, nuestras cosmovisiones. No tendrán que sufrir de la discriminación, y podrán compartir con el mundo occidental sin confundirse.

 

Mujeres se reúnen durante un taller de comunicaciones

 

Las mujeres somos guardianas de los conocimientos de nuestros pueblos y de nuestra identidad, siempre hemos sido importantes porque somos quienes cuidamos a nuestras niñas y niños. Nuestras abuelas son pilares para nuestras comunidades. Ellas tienen muchas historias por contar, muchos consejos por dar, mucha sabiduría por transferir. Por eso, estamos también formándonos como mujeres comunicadoras. Queremos que todas las voces de las mujeres sean escuchadas, que nuestras historias sean contadas, que nuestros conocimientos sean recuperados y que nuestras visiones sean compartidas desde nuestro sentir y desde nuestra firmeza en la lucha como mujeres.

Vamos a seguir soñando para proteger nuestra selva. Nosotras somos la tierra, el agua, el aire. Somos la selva misma. Y por ella, seguiremos luchando y uniéndonos siempre con mucho amor y rebeldía.

 

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